ethan frome



Análisis del personaje de Ethan Frome

Ethan Frome es el protagonista de la novela. Una «ruina de hombre», según The Narrator, sigue siendo una «figura impresionante». Parece ser alto, aunque sus «hombros fuertes» están «fuera de forma». Tiene ojos azules y cabello castaño con un rayo de luz. Tiene una «mirada poderosa» que es «oscura e inaccesible». Todos los que conocen a Ethan respetan su taciturnidad. Ethan es un hombre pobre, sencillo, directo y responsable. Cuando el Narrador vislumbra por primera vez el rostro de Ethan en un momento desprotegido, ve a Ethan como un hombre que «… parece que está muerto y en el infierno…»

La vida de Ethan ha sido bastante miserable durante más de veinte años. Cuando era joven, Ethan comenzó la universidad con la esperanza de convertirse en ingeniero. Sus estudios se ven interrumpidos por la muerte de su padre. Sucumbe a su sentido del deber y se ocupa de su madre enferma y de la granja y el aserradero familiares. Consciente del aislamiento y la soledad que enfrenta tras la muerte de su madre, Ethan se casa con Zeena, una prima que cuidaba de su madre. A Ethan nada le gustaría más que mudarse; sin embargo, Zeena no dejará Starkfield. Ella se vuelve hipocondríaca y Ethan se encuentra prisionero de la granja, el aserradero y Zeena. Para evitar decirle a Zeena cosas que no quiso decir, Ethan no responde a sus incesantes quejas; en cambio, sufre en silencio. Su conflicto externo con Zeena se convierte también en un conflicto interno.

En Mattie, Ethan descubre un alma gemela. Ella parece entenderlo. Ethan experimenta un conflicto interno cuando se da cuenta de que está enamorado de Mattie. Siente que sería injusto que Mattie revelara sus sentimientos o provocara sus sentimientos por él. Una vez más, Ethan sufre en silencio. Ve a Mattie bailar con Eady y se siente celoso pero no puede expresar sus sentimientos; él está, después de todo, casado con Zeena. Debido a que Ethan nunca habla con Mattie sobre sus sentimientos por ella, no está seguro de los sentimientos de ella por él. Agoniza, preguntándose si Mattie alguna vez podría amarlo. Cuando está cerca de Mattie, Ethan siente una sensación de dominio. Por ejemplo, se siente protector con Mattie; se siente autoritario, importante y necesario.

Los sentimientos que tiene Ethan cuando interactúa con Mattie contrastan fuertemente con los sentimientos que experimenta durante las interacciones con Zeena, quien tiene una forma de humillar a Ethan con su control sobre él. La noche que Zeena está en Bettsbridge y Ethan está a solas con Mattie, fantasea con que está casado con Mattie. Cuando se rompe el plato de salmuera, Ethan se vuelve asertivo; asume y toma decisiones. Le dice a Mattie que pegará la placa roja al día siguiente antes de que Zeena regrese a casa. La intención de Ethan es engañar a Zeena y proteger a Mattie. Al hacerlo, está demostrando su hombría y su amor por Mattie. Aunque no hay contacto físico entre Ethan y Mattie, su comunicación no verbal revela los profundos sentimientos que tienen el uno por el otro.

Después de que Zeena le dice a Ethan que Mattie tendrá que irse de su casa porque viene una chica contratada, la aversión de Ethan por Zeena es evidente. Muestra su ira y se da cuenta de que perdió; Zeena tiene un dominio intrigante de su vida. Su impulsivo plan de fugarse con Mattie se convierte en otro sueño incumplido. Una causa parcial de la tragedia de Ethan es que no planifica con anticipación. En cambio, escapa de la realidad a través del autoengaño. Ethan delibera entre hacer lo correcto y hacer lo que quiere. Al final, se somete a sus obligaciones.

Ethan ve el suicidio como el único escape de la soledad y el aislamiento en que se ha convertido su vida. Cuando él y Mattie intentan matarlos, Ethan vuelve a sus viejas costumbres: vive sus días como prisionero de las circunstancias, sufriendo en silencio.



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