Resumen y Análisis Acto III: Escena 5
Resumen
Mientras Rosalind, Celia y Corin observan en secreto a Silvius suplicando el favor de Phebe, la escuchamos advertirle que «no se me acerque». Ella trata a Silvius con completo desdén, pero Silvius insiste en que comprenderá su tormento cuando ella también esté enamorada. Sin embargo, no se la puede persuadir, y Rosalind interrumpe repentinamente a la pareja y reprende severamente a Phebe por su falta de respuesta a las súplicas de Silvius; ella recomienda, de manera poco halagadora, que Phebe acepte lo que se le ofrece: «Vende cuando puedas; no eres para todos los mercados». Ese es su consejo a la desdeñosa pastora.
De repente, Phebe se siente cautivada inexplicablemente por Rosalind, magníficamente disfrazada; el joven «hombre» que tiene delante es autoritario y cautivadoramente magnético. Rosalind y los demás se van, y Phebe se queda sola con Silvius; reflexiona sobre la ubicación de la casa de campo del varonil Ganímedes. Él Está atractivo, piensa, por lo que sus sentimientos fluctúan entre estar totalmente arruinada por este «joven lindo» y estar enojada con él, el «niño gruñón», por su lengua afilada. Sin embargo, dado que Ganímedes se ha ido, ella consiente en aceptar la compañía de Silvio porque él puedo «Hablar del amor tan bien». Luego escribirán una carta burlona a Ganímedes para pagar su impertinencia.
Análisis
El encuentro entre Silvio y Febe es una sátira del amor convencional, es decir, la dama se siente superior a su amante, y su amante, angustiado, jura morir si se le niega el amor. La escena también satiriza a Silvio y Febe como representantes del género pastoril.
La trama, ya complicada por los disfraces, se complica aún más en esta escena en la que Phebe se enamora de un atractivo «personaje» que ella cree que es un joven, cuando «él» es en realidad Rosalind, quien en realidad estaba siendo interpretado en el escenario de Shakespeare por un joven. Al público isabelino, sin embargo, le encantaba este tipo de gimnasia de género caprichoso, e incluso hoy en día, este tipo de mascarada es una comedia infalible siempre que se haga con humor amplio.