escena 4



Resumen y Análisis Escena 4

Resumen

Wagner se acerca al payaso y le dice que se da cuenta de que está desempleado. Lo acusa de estar tan desesperado que vendería su alma al diablo por una espaldilla de cordero cruda. El payaso insiste en que si hiciera un trato tan peligroso, al menos exigiría que le asaran el cordero en una buena salsa. Wagner le pide al payaso que lo sirva durante siete años. Si el payaso se niega, Wagner amenaza a los piojos con destruirlo.

Wagner le da al payaso algo de dinero francés y le advierte que enviará un demonio por él dentro de una hora si no acepta convertirse en su sirviente; Wagner convoca a Baliol y Belcher, dos demonios, que vienen a asustar al pobre payaso. Wagner le promete al payaso que lo instruirá sobre cómo convocar a estos demonios. El payaso acepta el trato, pero quiere que le enseñen cómo convertir una pulga en una hermosa niña.

Análisis

Esta escena repite cómicamente varias partes de la escena anterior entre Fausto y Mephistófilo. Desde un punto de vista más amplio, ambas escenas involucran una promesa de servidumbre a cambio de ciertos beneficios. Mientras que Faustus está dispuesto a vender su alma al diablo por todo el poder, Wagner acusa al payaso de estar dispuesto a vender su alma al diablo por una pierna de cordero. El payaso modifica la condición insistiendo cómicamente en una rica salsa para acompañar la pierna de cordero. En contraste con la servidumbre de Mephistophilis a Faustus, el payaso accede a servir a Wagner. Y en lugar de veinticuatro años, el payaso solo debería servir durante siete años.

En ambas escenas aparecen demonios sobrenaturales; en la primera escena, su apariencia es dramáticamente aterradora, pero en la última escena es puramente cómico. En la escena de Wagner, hasta los nombres de los demonios resultan cómicos; el payaso pronuncia mal los nombres de diablos como Banto y Belcheo. Wagner le promete al payaso que puede enseñarle a una persona a crear demonios y convertir a las personas en perros, gatos o ratones. Esta ostentación es una deflación de los grandes poderes discutidos en la escena anterior.

Como se señaló anteriormente, existe un contraste sorprendente entre el lenguaje utilizado en la tercera y cuarta escena. Faustus entrega sus sentimientos en un lenguaje noble y noble. En cambio, el payaso habla en voz baja y vulgar. La escena contiene juegos de palabras lascivos que serían muy divertidos para una audiencia isabelina pero que una audiencia moderna no los entiende. Marlowe también parodia varios pasajes bíblicos de Wagner y el discurso del payaso.

Finalmente, la escena cómica se desarrolla de una manera diferente, otra de contrastantes relaciones sirviente-amo.



Deja un comentario