Escena 1



Resumen y Análisis Acto II: Escena 1

Resumen

Aricia acaba de ser informada por su compañera, Ismene, que Hipólito quiere verla, que Teseo está muerto y que ya no está prisionera. A Aricia le cuesta dar crédito a tantas buenas noticias a la vez. Ella no está dispuesta a creer la historia de la muerte de Teseo, que descendió vivo a los infiernos y no pudo regresar, y no ve por qué el hijo de Teseo debería ser más amable con ella que su padre. Ismene, sin embargo, lo hace. Curiosa por Hipólito y su reconocida castidad, lo ha estudiado de cerca y cree que está enamorado de Aricia.

Para Aricia, esta es la mejor de todas las noticias posibles. Tu vida no ha sido feliz. Cuando sus seis hermanos murieron luchando contra Teseo, ella se quedó sola en el mundo rodeada de enemigos políticos, prohibiéndole incluso casarse y formar un hogar. Esta última prohibición, sin embargo, la inquietó un poco; No tenía ningún interés en el amor, hasta que conoció a Hippolytus. Ella lo admiraba no solo por su gracia y belleza, sino también por sus cualidades de carácter: para ella, él era Teseo sin los defectos de Teseo. Más importante, quizás, ella estaba irritada y desafiada por su falta de interés en el amor. Pero tal vez Ismene esté equivocado acerca de sus sentimientos por ella, y ella se regodea demasiado pronto.

Análisis

El retrato de Aricia refuta la idea errónea común de que Racine pintó solo el amor voluptuoso de mujeres sensuales. Aricia es una princesa virginal que, si bien no es insensible a la belleza de Hipólito, valora las cualidades de su carácter por encima de todo. Su amor, a diferencia del de Phaedra, es razonable, se basa en el sentido común más que en la estimulación visual y el deseo físico.

Al mismo tiempo, Racine, consciente de la complejidad de las emociones humanas, añade una nota de vanidad natural al amor de Aricia. Le gusta la idea de ser el primer interés romántico de Hippolytus, de hacer una conquista difícil.

Racine es un dramaturgo honesto. Él no se rebaja a un barato golpe de teatro. No anuncia la muerte de Teseo solo para que pueda aparecer dramáticamente más tarde. El espectador atento notará que el anuncio de la muerte de Teseo es solo un rumor, lo suficientemente vago como para justificar el escepticismo de Aricia.



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