Escena 1



Resumen y Análisis Acto I: Escena 1

Resumen

Arquídamo, un señor de Bohemia, le dice a Camilo, un señor de Sicilia, que si visita Bohemia, encontrará grandes diferencias entre los dos países. Camillo responde que cree que su rey planea una visita de intercambio durante el próximo verano.

Archidamus predice que si bien sus entretenimientos no coincidirán con los de Sicilia, lograrán expresar su amor. Cuando Camillo protesta por la disculpa, Archidamus enfatiza que sabe que su país de Bohemia no puede producir «tal magnificencia». Archidamus luego imagina ofrecer bebidas que drogarán a los visitantes; si no pueden elogiar a sus anfitriones, al menos no pueden culparlos por «magnificencia» inapropiada.

Camillo luego le dice a Archidamus que Leontes (Rey de Sicilia) está siendo tan generoso debido al gran amor que ha tenido por el Rey de Bohemia desde la infancia. Todos los obsequios formales y diplomáticos que intercambiaron los reyes durante los años de separación mantuvieron la fuerte amistad que aún los une. Camillo pide la ayuda del cielo para mantener este amor.

Archidamus comenta que ninguna fuerza terrenal podría ser lo suficientemente fuerte como para cambiar ese amor. Luego elogia al hijo de Leontes, el príncipe Mamillius, como el joven más prometedor que jamás haya observado. Camillo está de acuerdo y afirma que los sujetos ancianos de Leontes permanecen vivos solo por el placer de ver a Mamillius crecer hasta la edad adulta. Archidamus, de manera más realista, afirma que los ancianos encontrarían una razón para seguir sobreviviendo incluso si Mamillius no existiera.

Análisis

La conversación entre Arquídamo y Camillo establece los dos escenarios principales de la obra (Sicilia y Bohemia) e introduce el tema de la amistad profunda y duradera entre los dos reyes. También podemos inferir que Leontes tiene riquezas naturales muy superiores a las de Polixenes (el Rey de Bohemia). El hecho de que no aparezcan personajes principales en esta escena fuerza nuestro enfoque inicial en los fondos contrastantes; Sicilia se establece como la ubicación preferida.

Mientras Archidamus lamenta la imposibilidad de igualar la hospitalidad siciliana, introduce una tentación humana que hará mucho daño a lo largo de la obra, a saber, confundir la realidad con la ilusión. Primero, está frustrado por la realidad: «No podemos con tanta magnificencia, en tan raras, no sé qué decir». Así ve una forma de eludir la realidad: «Os daremos tragos adormecedores, para que vuestros sentidos, ignorantes de nuestra insuficiencia, puedan, aunque no puedan alabarnos, ni acusarnos». Un poco más tarde, Archidamo invirtió su visión y volvió a la realidad, cuando impugnó la afirmación de Camillo sobre Mamílio: «Aquellos que caminaron con muletas antes de nacer todavía quieren que sus vidas lo vean como un hombre». Archidamus duda de que los ancianos murieran sin la inspiración de Mamilius y declara sin rodeos: «Si el rey no tuviera un hijo, desearían vivir con muletas hasta que tuviera uno».

Arquídamo luego habla de la larga amistad entre los dos reyes y dice que duda si hay «en el mundo malicia o materia para alterarlo». De hecho, no existe ninguna realidad que altere esta amistad, pero la ilusión puede, y lo hará, alterarla.



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