Ensayos crÃticos El principio y el fin: Francesca y Ugolino
Hay muchas discusiones sobre el uso del número «tres» y sus diversos usos simbólicos. Pero rara vez se discute el número «dos». Sin embargo, mirar el comienzo de Hell Proper y el final de Hell Proper demostrarÃa dos pares contrastantes unidos para siempre.
El Canto V, por lo tanto, entra en el Infierno propiamente dicho, del que se puede decir que comienza con el segundo cÃrculo, porque aquà Minos se sienta como juez para determinar a dónde son enviados para ser castigados los pecadores antes que él. Entonces Hell Proper comienza con el Canto V y el castigo de Francesca y Paolo.
Por el contrario, Hell Proper cierra con otra pareja, el conde Ugolino y Ruggieri, encerrados en un abrazo, con Ugolino mordiendo la cabeza de Ruggieri. Si bien el canto final presenta los horrores de estar expuesto al mismo Satanás, es hacia el final del Canto XXXII donde Dante ve por primera vez a esta horrible pareja, y en el Canto XXXIII donde su historia se cuenta con tal poder y perfección que Dante brinda. Final temático Hell Proper.
AsÃ, Hell Proper comienza con amor uniendo dos almas delicadas por toda la eternidad. Por el contrario, se puede decir que Hell Proper termina con odiar unión dos hombres violentos y crueles juntos por toda la eternidad.
Paolo y Francesca están unidos en una especie de abrazo y en un amor que no conoce lÃmites, un amor sin fin que continuará por toda la eternidad.
La otra pareja, Ugolino y Ruggieri, están en el fondo del Infierno y también están unidos por un odiar eso nunca se puede saciar; en todo caso, el odio de Ugolino aumentará por toda la eternidad.
También es significativo que sus parejas no se nombran y no hablan, pero su presencia se siente con fuerza durante la narración. Los socios no hablan porque Paolo está encantado con la forma en que Francesca defiende su hermoso amor. Ruggieri no habla porque el horror de su traición podrÃa causar aún más tormento. Además, a lo largo de este rincón, siempre parece que en cualquier momento Ugolino interrumpirá repentinamente su narración y volverá a roer con más ferocidad que antes.
Compare la presentación de ambos hablantes: cuando Dante le pregunta a Francesca qué la llevó a esta terrible situación, ella responde: «Me verás hablar y llorar juntos» (V, lÃnea 26). Y Ugolino dice: «Responderé como quien llora y cuenta» (XXXIII, lÃnea 26).
La respuesta de Francesca incluye a su amante y el hecho de que, mientras habla, los dos «lloran juntos». Francesca y Paolo llorarán juntos por la dificultad que es, en la miseria presente, contar con tanta alegrÃa suprema, cómo fue su amor mutuo. Ugolino llorará, sosteniendo en sus brazos al hombre cuya maldad le causó tanto dolor y sufrimiento.
Francesca es una dama frágil, culpable únicamente de dejar que su abrumador amor por Paolo se convierta en su único deseo. Amor, amor, amor: asà comienzan los tres trillizos que describen su amor por Paolo. Su discurso tiene una enorme y conmovedora sinceridad y belleza. «¡Él me amaba y yo lo amaba!» Y eso es todo. Ella nunca se rebaja a algo tan vulgar como defender su amor diciendo algo tan banal como: «SÃ, pero me engañaron, me traicionaron, pensé que me casaba con el guapo Paolo con su hermoso cuerpo; en cambio, fue el tu feo, hermano jorobado y vicioso». Esta no serÃa tu naturaleza. No insiste en su traición porque su esencia la define su amor y su esencia es la de la feminidad pura («l’essere suave y puro«) —suave, pura, modesta y tierna— y en Hell conserva las cualidades que inspiraron el amor de Paolo.
La marca del Infierno es que los pecadores conservan aquellas cualidades terrenales que los condenaron. Francesca amó a Paolo a primera vista, lo ama ahora y nunca dejará de amarlo. Asimismo, Ugolino odió a Ruggieri en vida, lo odia ferozmente ahora, y ninguna cantidad de odio y sufrimiento satisfará jamás su deseo de más y más odio.
El genio de Dante se ve además en el hecho de que mientras Ugolino está en el infierno por ser un traidor, no se le presenta como un traidor, sino como alguien que ha sido traicionado. El horror de su acción es mitigado por los sufrimientos de un padre. Esta es la ley de la venganza: Ruggieri se convierte en el festÃn salvaje para el hombre que murió de hambre junto con sus cuatro hijos. La espantosa imagen de la comida salvaje de Ugolino está siempre ante nosotros, desde el momento en que Ugolino levanta la cabeza del «cráneo y otras partes del cerebro» y limpia la boca limpiando la materia del «cerebro», usando el cabello del vecino como una servilleta.
Luego recita su tierna narración del horror de ver a sus cuatro hijos morir uno a uno de hambre. Entonces Ugolino odia violentamente porque amaba tan intensamente a sus hijos. Tu odio es tan grande porque tu amor fue infinito, y tu dolor es tan desesperado porque nada puede calmarlo. Cuando termina su historia, inmediatamente regresa al roer sus sesos y al crujir de los huesos debajo de él.
Tanto Francesca como Ugolino recuerdan el pasado con las mismas palabras, ambos expresan su dolor y ambos responden las preguntas de Dante sobre su destino, pero uno enfatiza la belleza controladora del amor, mientras que el otro se detiene en las emociones salvajes de la ira y el odio.