Resumen y análisis, parte 4: The Standover Man: The Accordionist (La vida secreta de Hans Hubermann)
Resumen
En la Primera Guerra Mundial, Hans se hace amigo de un judío llamado Erik Vandenburg, quien le enseña a tocar el acordeón. Erik salva la vida de Hans al nombrar a Hans como el soldado con la mejor letra, lo que le permite a Hans ayudar a escribir cartas mientras el resto de los hombres luchan. Todos los hombres de su compañía mueren. Hans toma el acordeón de Vandenburg y, cuando termina la guerra, se lo lleva a la esposa de Vandenburg, quien dice que Hans puede quedárselo. Hans toca para ella y su hijo, luego le dice a la mujer que si necesita algo, puede comunicarse con él.
Después de que Hans regresa a Molching, duda en unirse al Partido Nazi, pero su negocio se ve afectado por su falta de afiliación, por lo que completa una solicitud. Mientras tanto, ayuda a pintar la puerta desfigurada de un comerciante judío, Joel Kleinmann. Como resultado, se le prohíbe unirse al Partido Nazi, pero se le coloca en una lista de espera. Luego Noche de los cristales rotos, o Noche de los cristales rotos, dos días de ataques violentos contra judíos en noviembre de 1939, se registra la casa de Hans. Al no encontrar nada sospechoso, los nazis permiten que él y su familia se queden en Molching. Lo que lo salva es su aplicación y el hecho de que la gente de Molching ama su acordeón.
Seis meses después de la llegada de Liesel, Walter Kugler se pone en contacto con Hans y le pregunta si está dispuesto a cumplir la promesa que le hizo a la esposa de Erik Vandenburg.
Análisis
Este capítulo sirve para desarrollar y explorar el carácter de Hans Hubermann, revelando de dónde provienen muchas de sus motivaciones a lo largo de esta historia. Erik Vandenburg salva a Hans dos veces, primero durante la guerra y luego con su acordeón, ya que Hans puede quedarse en Molching gracias a su toque. Este capítulo también cuenta la historia de cómo Hans conoció a Max Vandenburg y por qué Hans eligió ayudarlo. Mantiene la promesa que le hizo a la madre de Max.
Las palabras también jugaron un papel en salvar la vida de Hans; escribiendo cartas, pudo evitar la batalla.
El sentido de lealtad y justicia de Hans es evidente en la forma en que aprende desde el principio que debe mantener la fachada de querer unirse al Partido Nazi mientras hace lo que puede para actuar de acuerdo con sus verdaderas creencias.