Por su propia posición en la casa de Don Pedro, Don Juan reconoce que es un «ciudadano de segunda clase». Cuando no logra obtener reconocimiento a través de una batalla militar con su hermano, convierte su descontento en complots para lastimar a aquellos a quienes envidia, su hermano y Claudio, por ejemplo. Cuando el matrimonio de Claudio se rompe, se escapa, dejando atrás a su co-conspirador sin paga, quizás un error fatal. ¿Podría haber sentido algún remordimiento cuando escuchó que Hero murió de vergüenza? Probablemente no. De cualquier manera, fue atrapado y regresará para recibir su castigo, al menos parcialmente moldeado por Benedick.
¿Don Juan es una persona cambiada? Probablemente no, pero no esperaríamos que los verdaderos villanos cambien, especialmente en una comedia.
