Ensayos críticos de la inocencia a la experiencia en una paz separada
una paz separada cuenta la historia del doloroso pero necesario crecimiento de Gene hacia la edad adulta, un viaje de comprensión más profunda de su responsabilidad y su lugar en el resto del mundo. Al comienzo de la novela, el joven Gene está despreocupado, ensimismado, por el árbol que pondrá a prueba su verdadera naturaleza. Al final, Gene sufrió e infligió sufrimiento, y llegó a comprender sus propios motivos oscuros. Perdió su inocencia y ganó experiencia.
La inocencia de Gene al comienzo de la novela representa una felicidad infantil en conformidad. Obedeciendo las reglas, en ocasiones rebelándose levemente a través del sarcasmo, «la protesta de las personas que son débiles», Gene mantiene una vida cómoda, predecible y sin amenazas, como el comedor de los leprosos. En Devon, obediente a las reglas aprobadas por los maestros, Gene está a salvo pero no puede crecer. El crecimiento solo puede venir a través del conflicto y la lucha, y el cumplimiento de Gene sirve como escudo contra estos desafíos.
Finny rompe el escudo de conformidad de Gene, desafiándolo a experimentar el mundo más directamente, rompiendo reglas y creando nuevas tradiciones. Con Finny, Gene explora una vida sin límites a través de las rutinas familiares impuestas por los adultos. La libertad emociona a Gene a veces: el primer salto prohibido desde el árbol lo lleva a una nueva y mayor conciencia de la vida, pero la incertidumbre lo molesta. Los caprichos de Finny perturban la cómoda rutina de estudio y el comportamiento adecuado de Gene, hábitos de obediencia que ganan la aprobación de los adultos.
Gene, asustado y amenazado por la libertad de Finny, reacciona como un niño: hosco, retraído, indirecto al expresar objeciones. En lugar de unirse a Finny sinceramente o hablar honestamente sobre sus sentimientos (sobre estudiar para los exámenes, por ejemplo), Gene reprime sus emociones encontradas y convierte la nueva experiencia de libertad en otro tipo de conformidad: decide que debe seguir los caprichos de Finny sin excepción o arriesgarse a perder su amistad. Este pensamiento de todo o nada, infantil en su simplicidad, lleva a Gene a resentirse con Finny y termina provocando el estallido violento que destruye una vida.
De la incomodidad de Gene surge una oscura sospecha: Finny está alejando deliberadamente a Gene de sus estudios para que fracase. Psicológicamente, esto tiene sentido para Gene. Si Gene está tratando de obedecer las reglas para obtener aprobación, la única validación que realmente reconoce, entonces cualquiera que lo aliente a desobedecer o seguir otras reglas debe desearle daño. Finny, por lo tanto, debe ser tu enemigo. En su propia defensa, Gene oculta su resentimiento y deja que su rabia (aparentemente justificada) arda dentro de él mientras persigue su objetivo de convertirse en el mejor estudiante y así aparece Finny.
Pero el reconocimiento repentino de Gene de que Finny no quiere que fracase es aún más devastador. Si Finny simplemente está siendo Finny en su forma despreocupada, entonces Gene ha perdido el significado de su resentimiento, la energía que ha alimentado su voluntad de triunfar a pesar de la conspiración de su enemigo. La ira y la amargura de Gene hacia su amigo solo tienen sentido si Finny es realmente un enemigo mentiroso y manipulador empeñado en destruir a Gene. Y la búsqueda de excelencia académica de Gene solo tiene sentido como un medio para exhibir a Finny.
El darse cuenta de que Finny no está actuando como un rival o enemigo, sino simplemente como él mismo, hace que Gene se sienta insignificante. Como un niño que descubre que no es el centro del universo, Gene se enfurece por el insulto. En la extremidad, junto a su amigo, Gene actúa instintivamente, inconscientemente, y expresa su ira físicamente sacudiendo la extremidad, lo que hace que Finny se caiga. La liberación física de la tensión emocional libera repentinamente a Gene, y salta sin esfuerzo, sin miedo, como nunca antes. Con la destrucción de la amenaza, la cosmovisión de Gene y él mismo se restauran. Se recrea la imagen que el niño tiene de sí mismo como centro del mundo.
Significativamente, al describir sus acciones sobre el miembro, Gene insiste no en que dobló las rodillas, sino que las dobló, como si su cuerpo no estuviera bajo su control. Una vez más, Gene alberga una defensa infantil y egocéntrica. Yo no lo hice, Gene parece estar diciendo, mis rodillas lo hicieron.
Una caída y un árbol recuerdan vívidamente la historia del Edén, la Caída del Hombre, y con ella el fin de la inocencia. Con Finny deprimido, Gene reconoce en sí mismo lo que Leper condena como «el salvaje subyacente», el defecto trágico al que Finny se refiere más amablemente como «un instinto ciego». La culpa de Gene, por mucho que la oculte, representa su primera punzada de moralidad que no necesita confirmación externa. Gene sabe lo que hizo y sabe que es culpable. Por primera vez, el sentido del bien y el mal de Gene no proviene de campanas, exámenes o maestrías, sino de su propia alma conmocionada. Este es el final de la inocencia y el comienzo de la experiencia para Gene.
Pero frente a este autoconocimiento, Gene lo rechaza, retirándose defensivamente a su conformidad habitual, su sentido reconfortante de sí mismo como un niño obediente. Lo que comienza como una confesión y una disculpa a Finny, una señal de verdadero crecimiento y responsabilidad de un adulto, se convierte rápidamente en una racionalización iracunda, un ataque a Finny que constituye una segunda herida. En el juicio informal de Butt Room de Brinker y más tarde en la investigación más formal de Assembly Room sobre el accidente de Finny, Gene persiste en ocultar la verdad y se niega a admitir su responsabilidad. La resistencia de Gene a la verdad es una resistencia al crecimiento, un retiro a su pasado pasivo y resignado, donde se sentía seguro y bien. La revelación de la culpabilidad de Gene y su negativa a admitirla provoca la segunda caída de Finny, el accidente que acaba con su vida.
Solo en la última conversación de los amigos, en la enfermería, Gene puede enfrentarse a Finny y discutir libremente la caída en los propios términos de Finny, sin racionalizaciones ni duplicidades. La disculpa de Gene y el perdón de Finny le permiten a Gene superar su negación egocéntrica. Al final de la novela, Gene ha aceptado tanto su propia culpa como el regalo de la amistad de Finny. La experiencia lo ayudó a convertirse en un adulto perspicaz, responsable y compasivo.