Resumen y análisis The Choephori, o The Libation Bearers: Episodio cuatro (líneas 837-933)
Resumen
Entra Egisto. Duda de la noticia de la muerte de Orestes y está ansioso por interrogar a los dos extraños. Entra en el palacio. Un momento después, se escuchan sus gritos. Un sirviente sale corriendo, gritando que Aegisthus está muerto. Aparece Clitemestra, escucha la noticia y pronto se da cuenta de que Orestes ha regresado y la ha engañado. Ella envía al sirviente a buscar un arma para ella.
Cuando el sirviente se va, Orestes y Pylades entran con sus espadas desenvainadas. Finalmente, madre e hijo se enfrentan. Eres el siguiente, dice Orestes. Clitemestra le ordena a Orestes que se vaya, luego le ruega que recuerde que ella es la madre que le dio vida y lo crió en la infancia. Orestes duda, confundido, y pide consejo a Pylades. Su amigo le recuerda la orden de Apolo de vengar a Agamenón y le dice: «Considera a todos los hombres odiosos para ti y no para los dioses».
Orestes está de acuerdo en que Pylades tiene razón. Ordena severamente a Clitemestra que entre al palacio y dice que tiene la intención de matarla junto al cuerpo de su amante muerto. Clitemestra comienza a suplicar clemencia. Ella le recuerda a Orestes que le salvó la vida al enviarlo a Phocis y afirma que estaba justificada al matar a Agamenón. Al ver que Orestes no se deja influir por esta apelación, Clitemestra le advierte que su maldición lo atormentará para siempre si la mata. Orestes responde que será atormentado por la maldición de su padre si la perdona. Clitemestra se da cuenta con horror de que Orestes es la serpiente que ella dio a luz en su sueño y pierde toda esperanza. Orestes la toma del brazo y la arrastra al interior del palacio.
Análisis
Esquilo debilitó la defensa de Clitemestra en esta escena para hacer más aceptable el matricidio y preparar a la audiencia para la absolución de Orestes en Las Euménides. No menciona, por ejemplo, el sacrificio de Ifigenia cuando trata de justificar el asesinato de Agamenón. Gran parte de la fuerza anterior de Clytemestra aún es evidente. Ella usa todas sus artimañas para detener a Orestes y muere en un silencio digno, a diferencia de Agamenón y Egisto.
El pedido de consejo de Orestes y la respuesta de Pylades tienen un gran efecto dramático porque Pylades ha permanecido en silencio durante toda la obra hasta este punto. En su respuesta, Pylades cita la autoridad de Apolo y otorga una especie de sanción divina al asesinato de Clitemestra. El recurso de Orestes no denota falta de resolución. Refleja una reacción emocional temporal hacia Clitemestra en su primer encuentro desde antes de la muerte de Agamenón.