Análisis del personaje Coronel Aureliano Buendía
La sombra más larga de la novela la proyecta el hijo de José Arcadio, el coronel Aureliano Buendía. Como miembro más destacado de la segunda generación, es a través de sus triunfos y fracasos que llegamos a comprender el tema de la soledad. Cumple con los requisitos del mito circular y la novela de cuento lineal. La frase inicial del primer capítulo invoca un tiempo mítico y no lineal, por lo que la trama se completa más tarde: «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía recordaría aquella tarde en que su padre lo llevó a descubrir el hielo». .» En este comienzo alusivo se vinculan el futuro y el pasado de la novela, de manera que se le identifica como la presencia más palpable de la novela, un personaje histórico absurdo y con cualidades míticas. Pero García Márquez nos engaña; el coronel es no asesinado por un pelotón de fusilamiento. Muere, finalmente, en soledad, apoyado en el mismo castaño donde estuvo atado durante tantos años su loco padre.
El coronel Aureliano Buendía es el primer ser humano nacido en Macondo. Aprendemos pronto que ya está condenado a una especie de destino cíclico en el que, como líder de las fuerzas revolucionarias, sigue el mismo camino desde Macondo hasta Riohacha, encontrando el mismo galeón español que su padre. «Silenciosa y retraída», su feto «llora» en el vientre de Úrsula. Tus ojos están abiertos al nacer. Clarividente, tiene poderes proféticos; predice la llegada de Rebecca, su hermana adoptiva, así como desastres domésticos y muertes comunes. Se tiende a relacionar su talento profético con el hecho de que lloró en el vientre de Úrsula, al igual que su primo Aureliano Segundo relacionó más tarde su deseo de poder con una especie de miedo instintivo. La verdad le llega a su madre, Úrsula, sin embargo, poco antes de su muerte; de hecho, el llanto fetal y los sueños gloriosos simplemente significaban que era «incapaz de amar». Antes de la verdad y de su muerte, sin embargo, ya existe la leyenda, “información simultánea y contradictoria”. Su relación con Pilar Ternera, que da a luz a su hijo Aureliano José, acaba en trágicos desenlaces, al igual que su malograda revolución. Sin embargo, ya está marcado con un genio heroico.
Como hemos visto, aprendemos que la adolescencia hizo a Aureliano silencioso y «definitivamente solitario». Su comportamiento melancólico produce tanto un eco como un presentimiento en nuestras mentes de una acción que sabemos que pronto tendrá lugar. Siempre está callado y quieto. Capta intuitivamente los acontecimientos futuros, pero su don de profecía se convierte en la razón de todas sus desventuras posteriores. Rebeca (que deambula por Macondo, cargando los huesos de su familia en una bolsa, comiendo tierra y restos de cal) trae a Macondo la plaga altamente contagiosa del insomnio y la amnesia. Es Aureliano Buendía, todavía un niño, quien presenta la solución que permite a la ciudad recordar las cosas hasta que pasen las plagas. Este episodio lo marca, por casualidad, con poderes legendarios.
El primer alcalde de Macondo, Don Apolinar Moscote, trae violencia, política conservadora y hermosas hijas a Macondo. Una de las niñas, Remedios, se casó con el Coronel a una edad tan temprana que todavía moja la cama, juega con muñecas y aún no ha tenido su primera regla. Es a través de la amistad del Coronel con Dom Moscote que se le presenta el fraude político electoral y el terror político. Después de presenciar el asesinato de una mujer por parte de las tropas conservadoras de su suegro; Aureliano llama a sus amigos, Gerineldo Márquez y Magnífico Visbal, a emprender una revolución liberal.
Aquí comienza la verdadera saga del coronel Aureliano Buendía. Y con el ascenso del Coronel al liderazgo de las fuerzas rebeldes, Macondo sale de su aislamiento y entra en conflicto político. La causa a la que sirve el coronel Aureliano es progresista pero vaga; en su mayor parte, parece ser más rebelde que un ideólogo revolucionario. Organiza treinta y dos levantamientos armados y pierde todas las guerras civiles. Todo el tiempo, sin embargo, parece motivado por una especie de rabia insaciable que es una justificación de sus propias crueldades o una ilusión. Nunca se sabe, porque en el apogeo de su poder se vuelve tan despiadado como sus opresores conservadores. Es tan ambiguo que incluso sus posibles verdugos confunden la intensidad de su ira con una oración. Escapa de la muerte -por intercesión de su hermano, el brutal José Arcadio II- solo para poder firmar el Tratado de Neerlândia, una rendición ignominiosa que conduce al exterminio de las fuerzas liberales. Su carrera militar lo llevó por tres etapas paralelas a las tres guerras civiles entre liberales y conservadores registradas en la historia de Colombia. El abuelo de García Márquez, de hecho, sirvió a las órdenes del líder liberal de la época, el general Rafael Uribe. Aunque exagerada por su efecto irónico, la pelea del coronel Aureliano Buendía es un reflejo de hechos históricos reales. Los hechos históricos de la novela, sin embargo, se convierten en mitos trágicos en el contexto de esta novela fantástica.
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