Resumen y análisis Parte 4: Ciudad de Nueva York Sección 1
Resumen
Jeannette llega a Nueva York, hipnotizada por su tamaño y alcance. Después de solo un día, consigue un trabajo en una hamburguesería, y pronto, ella y Lori se mudan del albergue de chicas a su propio apartamento en el sur del Bronx. En otoño, Jeannette comienza su último año en una escuela pública que ofrece pasantías en lugar de clases. Ella hizo una pasantía en un pequeño periódico, El fénix, y finalmente consigue un trabajo de tiempo completo allí. Le encantan las largas horas y la apretada agenda.
Jeannette y Lori reciben periódicamente llamadas de casa y descubren que la vida en Welch solo empeora: papá está en la cárcel cuando no está borracho y mamá se ha caído del porche podrida. Jeannette le sugiere a Brian que se reúna con ellos en la ciudad y se muda allí al día siguiente de terminar el undécimo grado. Jeannette comienza la universidad en Barnard y se convierte en niñera para ahorrar en el alquiler. Eventualmente, Brian consigue su propio lugar y Lori decide que lo mejor para Maureen es vivir con ella. Los fines de semana, los chicos de Walls se reúnen para cenar.
Análisis
En esta sección, Walls establece un nuevo escenario para la familia Walls y contrasta la estabilidad en la ciudad de Nueva York con la creciente inestabilidad de Welch. Uno de los principales contrastes son las oportunidades financieras de Nueva York frente a las de Welch; los tres hijos mayores de Walls encuentran empleo inmediatamente después de llegar a la ciudad. Además, los tres niños buscan empleo y conservan sus trabajos. Ese espíritu de responsabilidad e independencia está ausente de la vida de sus padres en Welch, que se intensifica en una confusión más profunda a medida que la embriaguez de papá y la disociación de mamá de todo crean nuevos desafíos.
Junto con la estabilidad financiera viene la estabilidad emocional para Lori, Jeannette y Brian. Los tres se sienten seguros y esto les permite asumir la responsabilidad de criar a su hermana menor, Maureen. Finalmente, terminando con una escena de los cuatro reunidos para una comida familiar, Walls muestra cómo los cuatro hermanos logran lo que sus padres nunca lograron: una sensación de orden y abundancia. Los niños finalmente ya no tienen hambre y pueden relajarse y disfrutar de la compañía de los demás.