Análisis del personaje de Carrie Meeber
Carrie es el personaje central de la novela, pero en muchos sentidos no es una protagonista ordinaria. Ella no es notablemente valiente, honesta, inteligente o desinteresada. Ella es el resultado del deseo de Dreiser de retratar «la vida tal como es», mostrando con simpatía la humanidad imperfecta en un mundo incierto. Carrie tiene poca influencia sobre los eventos de la novela y sus acciones y decisiones son en su mayoría «pasivas». Sus padres la envían a Chicago, Drouet la seduce y Hurstwood la secuestra. Se toma un descanso crucial de Hurstwood en Nueva York, pero para entonces su destino ya está decidido.
A lo largo de la novela, Carrie se presenta como «una figura solitaria en un mar agitado e irreflexivo», y la aparición repetida de metáforas relacionadas muestra a Carrie casi sin culpa por su moralidad comprometedora, su adulterio y su falta de sentimiento natural.
Debido a los conflictos dentro de ella, entre «la carne» y «el espíritu», o la búsqueda del placer y su moralidad heredada, Carrie nunca puede tomar decisiones y, por lo tanto, se encuentra continuamente explotada por otros. Aunque el pilar de su personaje es su «deseo de placer», Carrie tiene un profundo sentido moral que le impide actuar espontáneamente. Sin embargo, este sentido moral se desvanece y finalmente se permite cabalgar sobre las olas de la fortuna, siempre en busca de riqueza y atención.
En sus fantásticos sueños de deseo, Carrie confunde el éxito con la felicidad. La novela termina con Carrie aún ignorante de su terrible error. Una gran parte de la tragedia de Carrie es que no puede experimentar las emociones que siente en el escenario en la vida real. Al igual que Madame Bovary, es incapaz de reconciliar el mundo de la fantasía con el mundo de la realidad y, por lo tanto, está destinada a permanecer sola, meciéndose en la oscuridad.
Carrie es, en última instancia, un personaje sentimental, no apasionado. En el melodrama del romance, Carrie comienza como la heroína de una novela popular, la hermana menor ingenua, soñadora, ambiciosa pero virtuosa; aparece como una especie de monja, una «hermana de los pobres», entregada a la caridad, solitaria y célibe. Aunque sufre cambios externos muy evidentes y aunque su estilo de vida cambia drásticamente, Carrie nunca logra una visión significativa de sí misma o del mundo en general. En ese sentido, permanece estático en un mundo de flujo y cambio constante.