Análisis de personajes Charles Bovary
Charles es un médico rural sin imaginación. Desde los capítulos iniciales, somos conscientes de que Charles debe trabajar muy diligentemente en algo que les resulte fácil a los demás. No tiene la imaginación salvaje que caracteriza a su padre, el mayor de los Bovary. Su lucha constante por lograr casi todo es parte de su naturaleza esencial. No tiene talentos naturales y debe trabajar el doble que los demás para lograr los resultados más simples.
En su escuela vimos que cuando se relaja, se entrega a divagaciones sin rumbo y termina suspendiendo sus exámenes. Además, es del tipo que una mujer puede controlar fácilmente. Primero, su madre gobernaba su vida por completo para él, incluso arregló un matrimonio para él con una mujer unos veinte años mayor que él. Entonces su primera esposa pudo gobernarlo con bastante facilidad. Pero estas mujeres hacen que sea excepcionalmente fácil para Emma controlar a Charles y obtener lo que quiere en todos los asuntos.
Charles funciona como un completo contraste con Emma. Su naturaleza dolorosa y su ardor y abrazos rutinarios sugieren su naturaleza insensible. Está contento con las actividades ordinarias y es demasiado molesto para notar la insatisfacción de Emma. Él asume que Emma es tan feliz como él y es incapaz de detectar diferencias sutiles en su vida. Mientras Emma arde por experimentar todo en la vida, Charles siente que con el nacimiento de su hija, ha pasado por la lista completa de experiencias humanas. Su satisfacción con su vida solo hace que la vida sea más insoportable para Emma.
El único atributo de Charles es su devoto amor por Emma. Todas tus preocupaciones están dirigidas hacia su felicidad y tu amor y devoción son completamente desinteresados. Cuando Emma está enferma, deja todo atrás y se dedica por completo a su recuperación. Él es capaz de sentimientos desinteresados, mientras que Emma solo se preocupa por sí misma.
Charles es el hombrecillo aburrido y banal, el típico representante del ser humano insensible y falto de imaginación. Flaubert pretendía que encarnara muchos de los aspectos más aterradores de la sociedad de clase media provincial.