Resumen y Análisis Parte 2: Capítulo XII-XIV
Resumen
Mientras don Quijote y Sancho pasan la noche bajo unos árboles, otro caballero y otro escudero se detienen a descansar en el mismo lugar. El forastero suspira y se lamenta de su amada, Casildea de Vandalia. Queriendo saber más sobre el rival de Dulcinea, Don Quijote comienza a hablar con el recién llegado. Mientras tanto, los dos escuderos se han retirado a un lugar separado donde pueden discutir sus intereses comunes.
Los dos escuderos comparan la necedad de sus señores. Dice el forastero que su caballero es más pícaro que tonto, y Sancho dice: “El mío no es como el tuyo; no tiene una pizca de sinvergüenza en él … puedes convencerlo de que es de noche a mediodía, y es tan simple que no puedo evitar amarlo «. Después de comer y beber juntos y hablar amigablemente, los dos escuderos quedarse dormido.
El extraño caballero se jacta de haber vencido hasta al gran Don Quijote de la Mancha, de haberle arrancado la confesión de que nadie supera la belleza de su amante Casildea. Con eso, la conversación amistosa se convierte en una negociación para un duelo. El recién llegado se viste con un abrigo brillante con espejos, los escuderos se despiertan y los luchadores montan y comienzan a luchar. El Caballero de los Espejos pierde la batalla y deja ver bajo su visera el rostro del bachiller Sansón Carrasco. Su escudero (después de que se le cayera una nariz postiza) se parece exactamente a Tomás Cecial, el vecino de Sancho. Don Quijote asegura al perplejo Sancho que algún hechicero ha transformado los rostros de sus adversarios para obtener misericordia de su furor.