capitulo 42



Resumen y análisis Capítulo 42

Resumen

Pasa alrededor de un año. Farfrae, sin darse cuenta de la malevolencia de Jopp, deja de lado cualquier plan para castigar a los perpetradores del skimmity-ride. Henchard ahora es dueño de una pequeña tienda de semillas comprada para él por el ayuntamiento. Juntos, él y Elizabeth-Jane comienzan a ganarse la vida respetablemente. Sin embargo, aunque Henchard ha ignorado la eventualidad del regreso de Newson, ahora teme que Donald Farfrae desee casarse con Elizabeth-Jane, robándole a la única criatura cercana a él. Ha visto muchos libros recién comprados en la modesta habitación de Elizabeth-Jane y se pregunta cómo se las arregló para comprarlos.

Farfrae, con el tiempo, llegó a creer que el secreto de Lucetta se habría revelado tarde o temprano, y si hubiera vivido, sus posibilidades de felicidad probablemente no habrían sido tan grandes.

Donald y Elizabeth-Jane comienzan a conocerse, al principio por accidente. Donald continúa obsequiándole libros, y pronto su antiguo amor vuelve a crecer. Henchard los observa, ardiendo en una especie de celos posesivos. Sus sospechas se justifican cuando ve a Donald besando a Elizabeth-Jane, y por un momento fugaz considera contarle a Donald sobre el nacimiento ilegítimo de su hijastra. Pero no lo hace y exclama: «¿Por qué debo estar todavía sujeto a estas visitas del diablo…?»

Análisis

Hardy ahora retrata a Farfrae como un hombre bastante rígido y algo despiadado. Aunque le ha mostrado perdón a Henchard y una comprensión de la humanidad en el pasado, sus pensamientos tristes sobre Lucetta parecen darle un aire casi mojigato. Sin embargo, esto tiende a dar más peso al pensamiento de Henchard de que Farfrae podría abandonar a Elizabeth-Jane si supiera de su nacimiento.

Glosario

pájaro de juno pavo real.

ojos de argo Figura mitológica de los cien ojos. Cuando mataron a Argus, se colocaron ojos en la cola del pavo real sagrado de Juno.

solícito timor un miedo preocupante (latín).

locus standi posición aceptada o reconocida (latín).



Deja un comentario