Resumen y análisis Parte 3: Capítulo 40
Resumen
La sequía persiste en todo Afganistán, y Laila y Mariam cavan un hoyo en su patio trasero en un intento de llegar al agua. El río Kabul está seco y los agricultores y los aldeanos abandonan regularmente sus hogares para intentar encontrar una vida mejor en la ciudad. Mariam tiene ahora 40 años, la falta de dientes y la piel áspera dan fe de una vida de palizas y trabajo duro.
En el patio trasero, Zalmai, el hijo de Laila, persigue a su hermana Aziza. Cuando Zalmai está a solas con Laila, se porta bien, es cariñoso y responde a sus reprimendas. Con Rasheed, sin embargo, Zalmai es un niño diferente, asumiendo el temperamento y la ira de su padre. Rasheed mima a Zalmai con regalos que no pueden pagar, como un televisor y una videograbadora, ambos artículos prohibidos por los talibanes pero que Rasheed compra en el mercado negro. Aziza, de seis años, se ha convertido en una niña madura y pensativa a quien Mariam le enseña el Corán.
El dinero escasea y la generosidad de Rasheed con Zalmai no mejora las cosas. Una noche le sugiere a Laila que Aziza se convierta en una mendiga callejera. Laila se niega y Rasheed le da una bofetada en la cara. Laila lo golpea y experimenta una fugaz sensación de victoria antes de que Rasheed la sostenga contra la pared con el arma en la garganta. Esa noche, Laila sueña con enterrar viva a Aziza y se despierta aterrorizada, con sabor a tierra.
Análisis
Hosseini presagia problemas para los hijos de Laila en el Capítulo 40 a medida que empeora la situación en Kabul. Hosseini presagia problemas con Zalmai al contrastar su comportamiento cuando está con Rasheed con su comportamiento con Laila. Cuando está solo con Laila y Mariam, Zalmai es obediente y amoroso. Pero con su padre, Zalmai adquiere más rasgos de Rasheed. Estos cambios en el comportamiento sugieren que, bajo la influencia de Rasheed, Zalmai tendrá cada vez menos respeto por su madre y Mariam. La distancia entre Zalmai y las mujeres se muestra a través de los juegos secretos de Zalmai y Rasheed en la mesa que excluyen a los demás.
El hecho de que Rasheed estropee el sueño de Zalmai y Laila sugiere problemas para Aziza. Al malcriar a Zalmai, Rasheed pone en riesgo la vida del resto de la familia. No solo comienza a surgir el tema de la comida y el agua, sino que la sugerencia de Rasheed de que Aziza se convierta en mendiga para resolver el problema revela lo poco que le importa la existencia de la niña. Es la voluntad de Rasheed de sacrificar a Aziza lo que inspira el inquietante sueño de Laila en el que baja a Aziza al agujero en el patio trasero. Esta visión resume el miedo más profundo de Laila: que un día se verá obligada a sacrificar incluso a su propio hijo para sobrevivir.