Resumen y análisis Parte 3: Capítulo 37
Resumen
Han pasado dos años y Mariam se une a Laila en su alegría por la llegada de los talibanes a Kabul. Inicialmente iniciado por jóvenes cuyas familias fueron destrozadas por la guerra con los soviéticos, los talibanes crecieron en el Islam fundamentalista. Lentamente, estaban derrotando a los muyahidines en pueblos y aldeas, moviéndose desde la frontera con Pakistán hasta Kabul. Con ellos, los líderes talibanes han traído no solo la estricta ley islámica, sino también la paz.
Rasheed lleva a Mariam, Laila y Aziza a unirse a la celebración. Las mujeres están conmocionadas por la cantidad de decadencia y destrucción que las rodea mientras se dirigen a la plaza Pashtunistan para escuchar hablar a uno de los jóvenes líderes talibanes. Junto al líder están los cuerpos hinchados y torturados de dos hombres: Najibullah y su hermano. El orador advierte a la multitud que esto es lo que les sucede a los infieles.
Al día siguiente, camiones rojos montados con altavoces proclamando las nuevas leyes se extendieron por la ciudad. También se distribuyen volantes. Mariam encuentra uno de los folletos, que enumera reglas estrictas sobre vestimenta y comportamiento, con leyes particularmente estrictas para las mujeres. Las mujeres ya no pueden estar en público sin un familiar varón y siempre deben usar burkas cuando viajan. Las mujeres ya no pueden ir a la escuela tampoco. En la cena, Laila expresa su conmoción por las nuevas formas de vida afganas, pero tanto Rasheed como Mariam la ven como una ingenua. Rasheed le dice a Laila que tales prácticas son comunes en el resto de Afganistán, mientras que Mariam cree que ella y Laila ya están bajo ese control, entonces, ¿por qué las mujeres de la ciudad deberían vivir de manera diferente? Durante esta discusión, Mariam se da cuenta de que, a los ojos de los talibanes, los comunistas como Najibullah son solo un poco más despreciables que las mujeres.
Análisis
A través de las reacciones de Mariam, Laila y Rasheed ante la llegada de los talibanes, Hosseini arroja luz sobre el momento histórico en el que se encuentran estos personajes. Primero, los tres personajes experimentan cierto nivel de esperanza con la llegada de los talibanes. Ellos, al igual que sus vecinos, han oído que los talibanes traen la paz a los territorios que conquistan y, después de años de guerra, todo Kabul está listo para recibir ayuda. De los tres, Rasheed es el más optimista, ya que la llegada de los talibanes no solo refuerza sus creencias sobre el lugar de las mujeres, sino que también restaura las libertades que una vez disfrutó. La esperanza de Mariam y Laila se ve atenuada por su pasado. A lo largo de la vida adulta de Mariam, ha tenido el control de Rasheed. Si bien está agradecida por Laila y Aziza, ya no se hace ilusiones de que la vida puede mejorar o cambiar de lo que es. Laila, sin embargo, habiendo sido educada y enseñada que tanto ella como su independencia son importantes, es menos capaz de aceptar a los talibanes. Laila se sorprende si alguien obedece sus reglas. A través de las reacciones de los tres personajes, Hosseini muestra la compleja relación que Afganistán, particularmente Kabul, tiene con los talibanes. Si bien muchos residentes, como Laila, pueden no estar de acuerdo con sus creencias, la paz que traen, junto con la falta total de recursos de la gente después de años de guerra, los hace apetecibles, si no agradables. Hosseini no busca excusas para los talibanes, sino que proporciona un contexto histórico para que los lectores no afganos puedan tener una mejor comprensión de cómo y por qué los talibanes llegaron al poder.