capitulo 36



Resumen y análisis Parte 3: Capítulo 36

Resumen

Es la primavera de 1994 y el día de la fuga planeada de Laila y Mariam. Laila y Mariam esperan a que Rashid se vaya al trabajo. Poco después, con Aziza a cuestas, toman un taxi hasta la estación de autobuses. Ambas mujeres están extremadamente nerviosas pero esperanzadas. El primer desafío será encontrar un hombre con quien viajar a Pakistán, ya que la ley actual dicta que ninguna mujer puede viajar sin la compañía de un familiar varón. Su próximo desafío será ingresar a Pakistán: Peshawar ya está inundado de refugiados afganos.

En la estación de autobuses, Laila y Mariam buscan hombres que parezcan amables. Laila ve a un hombre que viaja con su esposa e hijo y se le acerca. Laila le cuenta al hombre la historia en la que ella y Mariam acordaron: que Mariam es su madre y que ambas son viudas y viajan para vivir con un tío en Peshawar. El hombre acepta ayudar y les compra boletos de autobús. Pero mientras hacen fila para subir al autobús, el hombre se los entrega a dos soldados. Mariam, Laila y Aziza son arrestadas.

En la comisaría, un policía interroga ferozmente a las dos mujeres, de manera singular. Desconcertados y sin los detalles necesarios para que su historia se sienta real, regresan a Rasheed. Rasheed, presa de la ira, golpea a Laila y la encierra a ella y a Aziza en la habitación de Mariam. Golpea brutalmente a Mariam y la encierra en el cobertizo de herramientas. Luego clava tablas en las ventanas de la habitación en la que están Laila y Aziza. Atrapado en la oscuridad sin comida ni agua durante tres días, Rashid finalmente libera a las dos mujeres y advierte a Laila que si intentan escapar de nuevo, primero matará a Mariam y Aziza. y haz que Laila mire antes de que la mates también.

Análisis

En este capítulo lleno de acción, Hosseini refuerza el tema de las disparidades de género, mostrando no solo la desesperación de Mariam y Laila por escapar, sino también cómo el control de las mujeres se ha vuelto omnipresente desde la infancia de Laila en Kabul. La desesperación de Mariam y Laila surge en muchos puntos a lo largo del capítulo. La voluntad de Laila de empeñar su anillo de bodas indica una tremenda valentía, considerando el peligro de viajar sola para una mujer. En segundo lugar, su desesperación se muestra en su fe de que cualquier hombre estaría dispuesto a tener compasión de ellos y dejarlos viajar con él. Si bien Laila ve bondad en los ojos del hombre cuando se acerca a él, permanece ajena a cómo se ve el mundo a través de los ojos de ese hombre: él podría simpatizar con Laila y Mariam, pero sería un idiota si se pusiera a sí mismo o a su propia familia en peligro para dos mujeres que nunca ha conocido antes.

El interrogatorio policial pone de relieve la desesperanza de la situación de Mariam y Laila. Laila trata de razonar con el oficial de interrogatorios, recordándole que dijo que la policía se mantiene al margen de los asuntos privados y que su decisión de dejar a su marido es solo eso: un asunto privado de familia. Lo que Laila no ve es que la lógica no es lo que impulsa a los hombres que dirigen la ciudad, es el miedo a perder el poder y la falta de respeto por la autonomía de las mujeres, ninguno de los cuales se basa en la lógica.

La brutalidad que experimentan Laila y Mariam cuando regresan a Rasheed es indicativa de la cultura violenta y sexista en la que viven. La violencia de Rasheed revela su actitud hacia las mujeres: son de su propiedad, para tratarlas tan bien o tan mal como quiera. Al encerrarlos a los dos y privarlos de comida, agua y luz solar, demuestra su completo control sobre sus destinos. Su poder sobre ellas, junto con las leyes antimujeres de Kabul, hace imposible que las mujeres escapen. No hay nadie en quien puedan confiar sino el uno en el otro. La sumisión a estas reglas es su único medio de supervivencia.



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