Resumen y análisis Capítulo 25
Resumen
Muchas personas creen que la fortuna controla todo, por lo que no tiene sentido tratar de actuar, pero la fortuna solo controla la mitad de las acciones de una persona, dejando libre albedrío para controlar la otra mitad. La fortuna se puede comparar con un río que se desborda, destruyendo todo a su paso. Pero cuando hace buen tiempo, la gente puede preparar represas y diques para controlar la inundación. Si Italia hubiera tenido tales preparativos, no habría sufrido tanto en las inundaciones actuales.
Los príncipes tienen éxito un día y se arruinan al siguiente, sin cambios en su naturaleza. Dos hombres pueden usar el mismo método, pero solo uno puede; y dos hombres pueden usar diferentes métodos, pero lograr el mismo objetivo, todo porque las circunstancias son o no adecuadas a sus acciones. Si un hombre logra actuar de una manera y las circunstancias cambian, fracasará si no cambia sus métodos. Pero los hombres nunca son lo suficientemente flexibles para cambiar, ya sea porque su naturaleza no se lo permite o porque se acostumbran a cierto comportamiento que trae éxito.
Es mejor ser audaz que tímido y cauteloso, porque la fortuna es una mujer, y el hombre que quiera controlarla debe tratarla con rudeza.
Análisis
Este capítulo es quizás el más importante. El principe, porque Maquiavelo discute la relación de acción y fortuna en la determinación del éxito del príncipe. usos de Maquiavelo fortuna (fortuna) en al menos dos direcciones. En los capítulos 7 y 8 Maquiavelo contrasta virtud con fortuna en el sentido de suerte o favor de personas poderosas. En estos capítulos, el contraste es entre lo que el príncipe puede controlar (sus propias acciones) y lo que no puede controlar (el favor de los demás). En este capítulo, la fortuna se refiere más a las circunstancias y eventos prevalecientes, que aún son cosas que el príncipe no puede controlar directamente. En lugar de adoptar la visión fatalista de que todos los eventos están controlados por el destino y que es inútil trabajar para lograr un resultado determinado, Maquiavelo otorga a la fortuna el control de solo la mitad de las acciones humanas, dejando que el libre albedrío influya en el resto. Si el libre albedrío no funcionara, todos los poderes de un príncipe virtud sería para nada.
Sin embargo, Maquiavelo lucha con el problema de por qué una persona tiene éxito y otra fracasa, aunque hayan empleado los mismos métodos, o por qué métodos completamente diferentes pueden lograr el mismo resultado. Para explicar esto, propone que el éxito llega cuando virtud se adapta a la situación particular en que se encuentra un príncipe. Maquiavelo ve la fortuna como un conjunto de circunstancias en constante cambio en el que acciones específicas pueden traer éxito o fracaso. Para describirlo, utiliza una de sus pocas metáforas extendidas, haciendo de la fortuna una fuerza de la naturaleza, como un río que parece incontrolable pero puede ser domesticado y conducido por la actividad humana. Si los príncipes italianos hubieran hecho los preparativos apropiados, la «inundación» de invasiones extranjeras no habría arrasado con el país y desprotegido.
Habiendo afirmado el valor del libre albedrío, Maquiavelo lo limita afirmando que si bien es posible variar las acciones según los tiempos, nadie lo hace. Maquiavelo implica que esto se debe a que virtud es una cualidad inherente y natural que el príncipe no puede cambiar. Las personas actúan de acuerdo con su carácter y no pueden cambiar su naturaleza. Esta línea de razonamiento devuelve a Maquiavelo al fatalismo pesimista que rechazó al principio del capítulo. Si un príncipe no puede cambiar su naturaleza, el éxito simplemente depende de tener la suerte de tener un carácter adecuado a los tiempos en los que vive.
La fortuna a menudo se personificaba en el arte y la literatura del Renacimiento como Fortuna, una figura femenina que sostenía una rueca para simbolizar su constante estado de cambio. La volubilidad de Fortuna es su mayor característica; tan pronto como estás en la parte superior de su rueda, gira y terminas en la parte inferior. Sobre la base de este simbolismo, Maquiavelo cierra el capítulo diciendo que un hombre que quiera someter a la fortuna debe tratarla como la mujer que es y acercarse a ella con audacia y dureza. Si bien la metáfora de Maquiavelo puede resultar ofensiva para algunos lectores modernos, no habría sido impactante en su día. Incluso en los tiempos modernos, todavía se puede escuchar el dicho «la fortuna favorece a los audaces».
Glosario
julio La notable carrera del belicoso Papa como líder militar se vio truncada por su repentina muerte en 1513.