Resumen y análisis Capítulo 19
Resumen
Jean Louise va al bufete de abogados de su padre y ve a Hank. Organizan una cena para esa noche. Jean Louise piensa para sí misma que Hank es una parte innegable de su vida, aunque nunca es más que su amiga más antigua.
Atticus aparece y casualmente le pregunta si está lista para irse. Ella está sorprendida por su voz, con la esperanza de que se enoje. En cambio, le sonríe y dice que está orgulloso de ella. Él le dice que siempre ha esperado que su hija defienda lo que ella cree que es correcto, incluso ante su propio padre. Ella se disculpa por los nombres que gritó, pero él ignora sus insultos y dice que ni siquiera sabe maldecir correctamente.
Cuando se van, le dice a Atticus que cree que lo ama. «Vamos a casa, Scout», dice. Ella lo observa luchar para entrar al auto, pensando en él por primera vez como un ser humano en lugar de una deidad. Se sienta en el asiento del conductor, con cuidado de no golpearse la cabeza con el techo bajo del auto.
Análisis
Después de la intensidad de los tres capítulos anteriores, este capítulo final es sorprendentemente tranquilo y breve. En lugar de brindar una solución ordenada a los problemas y cuestiones planteados por las discusiones de Jean Louise con Hank, Atticus y Jack, el Capítulo 19 solo ofrece soluciones sugeridas. Las relaciones de Jean Louise con Atticus y Hank parecen restaurarse (aunque ella nunca se casa con Hank), y Jean Louise parece comenzar a reconocer la humanidad de su padre. Su cuidado de no golpearse la cabeza con el auto después de la escena inicial con Hank significa que finalmente está comenzando a aceptar los cambios en su vida. Ella finalmente llegó a la mayoría de edad.
La respuesta inesperada de Atticus a Jean Louise en este capítulo, deleitándose con su audacia cuando esperaba que él se enfadara, puede cuestionar la posición real de Atticus en cuestiones de raza. ¿Está orgulloso de ella simplemente porque fue lo suficientemente valiente como para defender sus creencias? ¿O permitió intencionalmente que Jean Louise malinterpretara sus propios puntos de vista sobre la raza para animarla a pensar por sí misma? La ausencia de una respuesta clara a esta pregunta es en sí misma parte del punto de la narración. Para Jean Louise, las opiniones de su padre ya no importan como antes. Lo que importa es que ambos son humanos, ambos menos que perfectos.
El eufemismo de este último capítulo, el cuidado de no decir demasiado o de llegar a una conclusión demasiado firme, está claro en las últimas palabras de Jean Louise a su padre: «Creo que te quiero mucho». Tu calificador de “Creo” convierte una declaración de amor ordinaria en algo incierto e incierto. Su amor es claro, pero también es más complejo de lo que solía ser.