Resumen y análisis Capítulo 12
Resumen
Después de caminar durante días, los niños son capturados por un grupo de soldados y llevados a Yele, un pueblo ocupado por los militares. Allí trabajan cortando verduras, acarreando agua y lavando platos. Es un alivio bienvenido, pero Ishmael sufre fuertes dolores de cabeza todos los días. El pueblo parece un oasis de normalidad en la guerra, pero está inundado de huérfanos. Ismael escribe que no hay nada que temer durante los días en el pueblo: los niños juegan al fútbol y a las canicas y los padres cuidan de sus hijos. Pero Ishmael sufre de migrañas y pesadillas y se retira de la vida del pueblo.
Semanas más tarde, el pueblo de Yele es asediado por rebeldes y los militares están perdiendo la guerra. Les dicen a los niños y hombres que deben unir fuerzas y luchar o abandonar el pueblo. Ishmael y sus amigos sienten que no tienen elección. Abandonar el pueblo significa la muerte inmediata a manos de los rebeldes. Al día siguiente, los trasladan a tiendas de campaña cerca del cuartel de los soldados y les entregan armas. Hay más de treinta niños, de siete a dieciséis años. Consiguen zapatos y ropa nuevos. La ropa vieja de Ishmael está quemada con sus casetes de rap dentro. Ishmael está furioso y aterrorizado por unirse a la lucha, pero cuando busca consuelo en sus amigos, todos se alejan en silencio.
El ejército de chicos comienza a entrenar. Aprenden a disparar AK47 y matar rebeldes usando bayonetas en árboles de plátano. Se les recuerda continuamente que estos rebeldes mataron a sus familias y que son inhumanos. La única esperanza de venganza, dicen, y justicia es hacer con los rebeldes lo que se hizo con sus propios padres y seres queridos.
Análisis
Este capítulo es un punto de inflexión porque Ismael y sus amigos son reclutados como niños soldados por primera vez. Es irónico que el mismo pueblo donde la vida parece normal y segura se convierta en el lugar donde se determina su futuro como niños soldados. El tema del horror de la guerra prevalece a lo largo de este capítulo, ya que Ismael y los otros niños enfrentan una decisión imposible. Si huyen de la protección del pueblo, corren el riesgo de ser asesinados por los rebeldes. Si se niegan a luchar por el ejército, corren el riesgo de morir de hambre. Esto demuestra que en tiempos de guerra, las personas se ven obligadas a elegir entre opciones horribles que a menudo son dañinas para otra persona. Se trata de matar o morir, e Ishmael se une al ejército como su única oportunidad de supervivencia.
Su motivación para unirse al ejército es la supervivencia, pero el tema de la venganza también está presente. A los niños se les lava el cerebro para que crean que, al convertirse en soldados, pueden vengarse de los hombres que mataron a sus familias. Cualquier problema que enfrenten será atribuido a los rebeldes como una forma de motivar a los chicos a seguir matando en nombre de la venganza.