Resumen y análisis Capítulo 10
Resumen
Otra medida de la fuerza de un estado es si un príncipe puede defenderse a sí mismo o debe contar con la ayuda de otros. Si un gobernante puede reunir su propio ejército (ya sean sus propios hombres o mercenarios pagados), no necesita ayuda externa, pero si necesita esconderse detrás de las murallas de la ciudad, siempre necesitará la ayuda de otros. El primer tipo ya se ha discutido en el Capítulo 6, y será discutido nuevamente en los Capítulos 12 a 14. El segundo tipo no tiene más opción que fortificar tu ciudad y abastecerte. Si trató bien a sus súbditos y se preparó, otros dudarán en atacarlo. Las ciudades libres alemanas siguen esta práctica con gran éxito. Por lo tanto, cualquier príncipe que tiene una ciudad fuerte y no ha hecho que su pueblo lo odie está a salvo. Algunos argumentarán que el estrés de un asedio hará que la gente sea desleal, pero un gobernante sabio sabrá cómo mantener su moral mientras haya suficientes armas y suministros.
Análisis
Ganar el apoyo de la gente es absolutamente necesario si un príncipe se enfrenta a la posibilidad de un asedio. Los asedios eran comunes en las guerras medievales y renacentistas, y muchas ciudades medievales estaban rodeadas por altos muros en previsión de tal evento. Los asedios solían ser largos, con el ejército atacante acampado fuera de las murallas de la ciudad, con la esperanza de matar de hambre o desgastar a los residentes dentro de las fortificaciones de la ciudad. Como señala Maquiavelo, un príncipe en esta posición solo podía esperar a que terminara el asedio o esperar ayuda externa. Maquiavelo considera que es mejor para el príncipe tener un ejército que pueda desplegar a la ofensiva, para que el príncipe no tenga que depender del favor de los demás. Sin embargo, un príncipe con una ciudad fuerte y leal todavía está en una buena posición, siempre que haya hecho los preparativos adecuados y mantenga el ánimo de su pueblo. Finalmente, presta cierta atención a la capacidad del príncipe para «torcer» los acontecimientos políticos a su favor; en este caso, asegurar a su pueblo que el asedio será breve, recordarles la crueldad del enemigo y tomar medidas para tratar con cualquiera que critique demasiado abiertamente las políticas del príncipe.
La absoluta necesidad de mantener las propias tropas es un punto que Maquiavelo retoma a lo largo del libro, y particularmente en los capítulos 12 a 14, que tratan de cómo debe comportarse un príncipe en asuntos militares. Maquiavelo había participado activamente en la creación de una milicia nativa para defender Florencia, y detestaba la práctica común de contratar mercenarios extranjeros para luchar, una práctica que creía que ayudó a arruinar Italia. Aquí elogia la independencia de las ciudades alemanas, que tenían sus propios ejércitos para luchar por ellas.
Glosario
ciudades alemanas el Sacro Imperio Romano Germánico, una confederación flexible de estados que comprendía la mayor parte de lo que ahora es Alemania, así como partes de Italia y Francia. En la época de Maquiavelo, el imperio incluía más de 70 ciudades imperiales, que ejercían mayor y menor grado de obediencia al emperador Maximiliano I.