Análisis del personaje de Billy Budd
Comentando extensamente sobre el prototipo del Handsome Sailor, cuya buena apariencia, destreza y encanto masculino atraen la atención dondequiera que va y le ganan la admiración y el homenaje de sus compañeros menos talentosos, el narrador presenta a Billy, capataz de la flota británica. Él, con sus ojos azules y su figura juvenil, es el centro de atención y está rodeado de muchos personajes aburridos y estereotípicos que cumplen sus funciones a bordo como robots.
La caracterización de Billy es uno de los mayores logros de Melville. Joven de excepcional belleza y sincera amabilidad, muestra una ingenua inocencia, reflejo de su falta de conciencia de que el mal existe. De hecho, debido a su naturaleza inocente, se puede comparar a Billy con Adán antes de que Dios lo expulsara del Jardín del Edén. Su único defecto es la tendencia a tartamudear cuando está bajo tensión emocional.
Dondequiera que vaya, Billy es reconocido como un pacificador, pero mantiene su masculinidad mediante la aplicación práctica de sus puños cuando es necesario. Por eso, y por el papel que interpreta en la novela, Billy se parece a Cristo, quien también recurrió a la violencia para expulsar a los cambistas del Templo. El oscuro origen de Billy también acentúa su universalidad. Su profesión lo alía al jornalero. Su analfabetismo y afición por la música lo conectan con las aves y otras simples criaturas de la naturaleza, con quienes comparte un parentesco. Bronceado por el sol en su puesto más alto, Billy acepta la bendición de la naturaleza, a la que regresa después de su ejecución.