Resumen y Reseña del Libro V: Reseña del Libro V
Resumen
El significado de la justicia constituye el tema de este libro. Es uno de los temas más importantes discutidos en el Ética a Nicómaco porque los griegos usaban a menudo la justicia de una manera que era prácticamente sinónimo de bondad. Recuerda que en la obra de Platón República el tema de todo el libro fue un intento de encontrar una respuesta satisfactoria a la pregunta «¿Qué es la justicia?». A medida que se desarrollaba la discusión, quedó claro que el asunto era muy complicado. Implicaba la consideración de todo lo que constituye la buena vida tanto para el individuo como para el Estado en su conjunto. En general, se puede decir que la concepción de la justicia de Aristóteles estaba esencialmente en armonía con lo que había enseñado Platón, aunque su forma de presentarla era más sistemática en la forma y carecía por completo del encanto y el estilo literario que había utilizado Platón. Hay otra diferencia, también, en el hecho de que mientras Platón se preocupaba principalmente por el significado de la justicia en general, Aristóteles presta mucha más atención a su significado en relación con casos particulares.
Usando conceptos empleados en el campo de las matemáticas, Aristóteles describe la justicia en términos de proporción e igualdad. Se trata de tratar a las personas de manera justa para todos y de distribuir los bienes en la proporción adecuada. Este último es una reminiscencia de la doctrina de la media dorada, en el sentido de que a las personas no se les debe pagar demasiado o demasiado poco. Pero en otro sentido, la justicia es diferente de la media dorada. Es algo por lo que todos deberían esforzarse y nadie puede tener demasiado. La justicia es una virtud individual y una virtud social. Se refiere a las acciones de los individuos en sus relaciones entre sí y tiene que ver con las formas de gobierno, la elaboración de leyes y el sistema de recompensas y castigos. La discusión de la justicia, especialmente en relación con las cuestiones de Estado, se desarrolla más Política y por lo tanto el mayor énfasis en principio moral se da a otros aspectos de la materia.
El significado pleno de justicia es algo más de lo que puede expresarse en cualquiera de las definiciones que se dan. Según uno de ellos, puede decirse que la justicia consiste en conformidad con las leyes del país. La idea de igualdad está implícita en esta declaración, ya que significa que los individuos solo pueden ser tratados de manera justa en una sociedad organizada y donde el gobierno opera de acuerdo con leyes que se han establecido para el bien de todas las personas. Además, estas leyes deben aplicarse a todos los ciudadanos sin mostrar ningún favoritismo a ningún individuo o grupo de personas que representen intereses especiales. Es cierto que las leyes que se han promulgado en cualquier sociedad nunca serán más que aproximaciones a la justicia en su forma ideal. Sin embargo, estas leyes deben ser respetadas y obedecidas mientras sean las leyes reconocidas del país, pues a pesar de sus imperfecciones dan a todos los ciudadanos más libertad y protección de la que tendrían en un estado de anarquía. Sin embargo, la sociedad siempre debe esforzarse por mejorar su sistema de leyes. Esto se vuelve necesario siempre que la administración de las leyes existentes viola manifiestamente el espíritu de justicia en su forma ideal o universal. Esto está implícito en la distinción de Aristóteles entre justicia convencional y justicia natural. En una sociedad ideal o en la que cada uno respete voluntariamente los derechos de los demás, no hay necesidad de leyes. Pero tales sociedades en realidad no existen. La tendencia a promover los propios intereses, incluso a expensas de los demás, es tan fuerte en la naturaleza humana que se necesita algo para contrarrestarla. Además, siempre hay quienes actúan en contra del interés público y la sociedad debe ser protegida en la medida de lo posible. Por estas razones, las leyes son necesarias y se imponen sanciones a quienes las violan. En una sociedad bien ordenada, se tratará de tener sólo aquellas leyes que sean justas y equitativas para todos los ciudadanos, y lo mismo se aplicará a las penas que se impongan. Este es un ideal que solo puede aproximarse en cualquier sociedad dada debido a las diferencias entre los individuos y las respectivas condiciones en las que viven. Sin embargo, es importante que el Estado se acerque lo más posible al ideal en las circunstancias existentes.
La justicia en relación con las penas puede concebirse de dos maneras diferentes. Una es conocida como justicia retributiva y la otra como justicia correctiva o correctiva. La justicia retributiva se basa en la idea de igualdad y significa que cuando una persona ha perjudicado a otra, debe resarcir en una cantidad igual al daño infligido. Hay algunos casos en los que el valor se puede calcular con un grado razonable de precisión. Esto es especialmente cierto en los casos en que se puede asignar un valor monetario a la lesión. Esto no siempre se puede hacer. Entonces se vuelve necesario encontrar algún otro medio por el cual uno pueda hacer expiación por sus errores. En todos estos casos, se debe tener cuidado para asegurar que la sanción no sea ni demasiado leve ni demasiado severa. La justicia restaurativa tiene como objetivo no exigir una pena que sea igual al delito, sino restaurar al delincuente hasta el punto en que pueda volver a ocupar un lugar normal y respetuoso de la ley en la sociedad. Este tipo de justicia siempre debe prevalecer sobre la forma retributiva siempre que las circunstancias sean tales que la reforma parezca probable.
Otro aspecto importante de la justicia tiene que ver con la adecuada distribución de la riqueza. En la concepción aristotélica de la buena vida, los bienes materiales son considerados únicamente medios para la realización de los valores espirituales. Acumular dinero no es un fin en sí mismo. Sin embargo, es un medio importante y sin el cual sería imposible realizar muchos de los valores de la vida. Así, el Estado justo tendrá como objetivo distribuir la riqueza de la forma más conducente a la realización del bien de vida de todas las personas. Esto no se puede hacer dando a todos una cantidad igual o distribuyendo los bienes de la sociedad de manera que satisfagan las necesidades básicas de todas las personas. En este sentido, Aristóteles sería crítico con cualquier supuesto estado de bienestar que divida la riqueza sobre la base únicamente de las necesidades. El problema de este sistema es que descuida los méritos respectivos de los individuos. Trata a los trabajadores y a los perezosos por igual. Esto es una violación del espíritu de justicia. Las personas son desiguales tanto en sus habilidades como en los esfuerzos que hacen para usar las habilidades que tienen. Por este hecho, cualquier distribución justa de la riqueza se basará tanto en el mérito como en la necesidad. Tratar a los desiguales como si fueran iguales es, de hecho, una de las formas más flagrantes de desigualdad.