Resumen y análisis Parte 2: Acto IV: La tienda del emperador rival
Resumen
Después de la batalla, las tropas del Emperador llevan el botín del campamento del enemigo derrotado. El emperador y sus cortesanos entran en la tienda de su antiguo rival y el soberano distribuye recompensas a sus fieles seguidores. El Emperador y el Arzobispo discuten sobre la moralidad de aceptar la ayuda diabólica en la batalla y el tamaño de la parte del botín al que tiene derecho la Iglesia. El Emperador se ve obligado a someterse a las codiciosas demandas del prelado debido al gran poder de la Iglesia. Posteriormente, recompensa a Fausto otorgándole una gran franja de tierra costera, la mayor parte bajo el agua, y que todos consideran inútil.
Análisis
Esta escena reitera la baja opinión de Goethe sobre la Iglesia establecida, que ya se ha señalado en el Comentario a la primera parte. La recompensa indiscriminada del emperador a sus cortesanos y su descuido de los problemas reales de su reino acentúan la decadencia de su Imperio y de cualquier otra institución humana que no esté organizada según principios morales sólidos y armoniosos. En pago por sus servicios, el Emperador le da a Fausto una gran porción de lo que él cree que es tierra sin valor. Esta es una demostración más de la falta de imaginación y sentido común del Emperador. También sirve para llamar la atención sobre el coraje y la dedicación de Fausto al tratar de recuperar la tierra para uso humano.