A veces me llevan con los agudos

Resumen y revisión, parte 2: A veces me llevan con los agudos

Resumen

Chief acompaña a los Acute a la biblioteca, donde Harding recibe la visita de su esposa. Harding le presenta a McMurphy. Ella le dice a McMurphy que la llame por su nombre de pila, Vera, en lugar de la Sra. Harding. Ella insulta la risa de Harding como un «chirrido tímido», lo que agrava a Harding. Cuando ella pide un cigarrillo, Harding no tiene uno, lo que la lleva a declarar emasculadamente: «Oh, Dale, nunca tienes suficiente, ¿verdad?» Harding cuestiona la declaración, pero permite que su desafío se reduzca a nada más que una corrección gramatical.

McMurphy le da un cigarrillo a Vera en privado, diciendo que solo tiene un suministro porque los quema de los otros pacientes. Mientras enciende su cigarrillo, Vera se inclina frente a él para tener una visión clara de la blusa. Ella insulta a los amigos de Harding, quienes pasan por su casa buscándolo. Ella comenta sobre las «pequeñas muñecas flácidas que se balancean tan bien» de sus amigos y da a entender que le está siendo infiel al menos a uno de sus amigos.

Cuando ella se va, McMurphy le dice a Harding que no siente pena por él. Dice que tiene sus propias preocupaciones y que no tiene tiempo para pensar en los problemas de otros pacientes. Más tarde se disculpa con Harding, pero se niega a seguirle el juego al paciente Martini, que finge ver hombres atados a la pared. McMurphy le dice a Martini que no le importa su «tipo de broma» y baraja una baraja de cartas que explota «entre sus dos manos temblorosas».

Análisis

En esta sección, Chief señala que la esposa de Harding es una castradora coqueta y «cortadora de bolas». Sus acciones implican que le es infiel porque Harding es un amante débil y ella no es útil para su educación. Kesey retrata a Harding como un hombre afeminado cuya educación contribuyó a su estado castrado. La introducción de la Sra. Harding, sin embargo, evoca una respuesta comprensiva hacia Harding por parte del lector. Aunque él lo niega, McMurphy también simpatiza, como lo demuestra la agresión reprimida que muestra después de que ella se va. Controle sus pensamientos e impresiones enojados sobre la Sra. Harding hace que pierda el control de las cartas.

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