Desde el texto:
¡Oh! Pero el era un tacaño mano en la piedra de afilar, Scrooge! a apretar, desgarrar, agarrar, raspar, agarrar, codicioso, viejo pecador! Duro y agudo como el pedernal, del que ningún acero había producido jamás un fuego generoso; secreto, y autónomo, y solitario como una ostra. El frío en su interior congeló sus viejos rasgos, le mordió la nariz puntiaguda, le arrugó las mejillas, endureció su andar; enrojeció sus ojos, sus delgados labios azules y habló astutamente con su voz chirriante.